Un circuito de Fórmula 1 es un lugar enorme. Tiene que serlo, su característica principal es un trazado de 3-4 km para la carrera en sí, y tiene que haber un garaje para cada equipo, aparcamiento para todos sus camiones y, por supuesto, las gradas y otros espacios para los espectadores que vienen a ver la carrera, incluidos los aparcamientos. El primer fin de semana de junio de 2023, el circo de la Fórmula 1 visitó Montmeló, en Cataluña, para el Gran Premio de España.

Como en la mayoría de deportes, los aficionados a la Fórmula 1 no sólo van a ver el evento: muchos de ellos también quieren ver a las estrellas -en este caso, por supuesto, a los pilotos- y conseguir un autógrafo o incluso una foto con alguno de ellos. Con todos esos espacios enormes, hay mucho sitio para que la gente se reúna, por lo que los organizadores en Montmeló necesitaban una manera de evitar que los aficionados se acercaran demasiado a los pilotos y, al mismo tiempo, permitirles sentirse cerca de ellos. Decidieron que la mejor manera de hacerlo era utilizar las barreras de seguridad o antiavalancha de GUIL.